Marvin Peña
Los Medias Rojas de Boston hicieron valer el peso de la historia y la experiencia para obtener su segunda Serie Mundial en cuatro años. Los patirojos hicieron lucir todo muy fácil y barrieron a unos Rockies de Colorado que desde el mismo inicio de la serie, se veían más pequeños que la novena de Boston.
Es increíble que tanta inspiración de los Rockies se viera tan disminuida y fuese borrada de una sola vez, por una aplastante actuación de los Medias Rojas. Definitivamente bien merecido tenía Boston su campeonato, porque después de haber regresado de tres juegos abajo, se levantó hasta coronarse campeones.
En este tipo de series es donde se diferencian los niños de los hombres y la juventud de los Rockies se notó desde el primer día de la Serie Mundial. Entre los que pagaron novatadas desde el comienzo, estuvo Franklin Morales, que fue apaleado en el repleto Fenway Park.
Con esta barrida, que por cierto es las segunda barrida de Boston en sus últimas dos Series Mundiales.
Varios personajes salieron a relucir en esta Serie Mundial, unos inesperados y otros que siempre debieron estar. En primer lugar podemos mencionar al más obvio, Mike Lowell. El Más Valioso de la Serie Mundial volvió a estar presente en los momentos importantes del equipo.
Ya Lowell se había destacado en la temporada regular, pues tuvo el mérito de ser el mayor remolcador de los Medias Rojas. No es fácil tener esta distinción cuando en el mismo equipo compartes con toleteros como Manny Ramírez y “Big Papi” David Ortiz. Bien merecido tuvo el galardón el boricua.
Igualmente hay que destacar la loable labor de David Ortiz, pues el dominicano sin hacer mucha bulla demostró cosas muy importantes. En primer lugar demostró ser un líder, a pesar de sus dolencias en la rodilla, siguió jugando demostrando entrega y dedicación al equipo.
Igualmente Ortiz acalló muchos comentarios con respecto a la posibilidad de jugar a la defensiva en la primera base. El dominicano logró participar en sus dos juegos en la Liga Nacional y no cometer errores. Todas estas cosas lo siguen colocando como uno de los líderes de este equipo, además reconocido por el mismo Mike Lowell.
En fin, las actuaciones de Dustin Pedroia (posible novato del año), Jonathan Papelbon, Manny Ramírez y un trabajo en equipo se conjugaron para darle a Boston su tercer anillo de Serie Mundial en casi noventa años y su segundo en los últimos cuatro.
Los Rockies merecen méritos
A pesar de la barrida y la paliza que le dieron a los Rockies de Colorado, no se le puede restar mérito a un equipo que a una semana de que se terminara la temporada regular estaba eliminado.
Los rocayosos remontaron unos juegos de diferencia a los Padres de San Diego, forzando el juego extra. No bastando eso, el juego extra lo levantaron de un déficit de dos carreras ante el cerrador con más salvados en la historia de las Grandes Ligas, Trevor Hoffman.
Esto fue el inicio de un camino de éxitos para los Rockies. Posteriormente barrieron a los inspirados Filis de Filadelfia y se empezaron a forjar un camino hacia el éxito que muchos no lo creyeron.
Luego Colorado se enfrentó al campeón de su división en lo que parecía ser un duelo mucho más parejo. Igualmente la novena rocayosa hizo valer su inspiración y ganas de llegar a la Serie Mundial y barrieron a los Cascabeles de Arizona.
Al final, los Rockies llegaron a la máxima instancia de las Grandes Ligas a enfrentarse con la historia del mayor pasatiempo de los Estados Unidos, el béisbol. Los Medias Rojas de Boston con su peso histórico y su buen momento, se encargaron de darle una lección a los Rockies, quienes deben adquirir más experiencia para llegar a estos momentos con más aplomo.
Juventud valiosa
Esta serie dejó una cantidad de cosas buenas, obviamente para los Medias Rojas con la Serie Mundial y también para los Rockies con el futuro que se vislumbra.
Por el lado de los patirojos se puede ver que la presencia del joven Dustin Pedroia, Jacoby Ellsbury (posible sustituto de Coco Crisp), el cerrador Jonathan Papelbon y el mismo Bobby Kielty que conectara un cuadrangular como emergente, parecen asegurarle un futuro promisorio a Boston y pudiesen ser la próxima dinastía de las mayores.
Por el lado de los Rockies, la juventud que salió a relucir en esta postemporada es una prueba que lo que le viene a los Rockies son temporadas de éxitos. En el bullpen tienen tres piezas, que de mantenerla, les pueden dar muchas alegrías. Hablamos del dominicano Ubaldo Jiménez, el venezolano Franklin Morales y el panameño Manny Corpas.
El caso de Troy Tulowitzki, el mismo Matt Holliday con sus 27 años, Chris Iannetta, Willy Taveras y Seth Smith. Toda esta juventud de mantenerse en la novena, es un buen augurio para los Rockies y sus planes a futuro.
Se fue una temporada más de las Grandes Ligas y como principales lecciones queda la enseñanza que el dinero no hace un equipo. En esta zafra quedó demostrado que con equipos como los Cascabeles de Arizona, los Rockies de Colorado, los Indios de Cleveland y los Filis de Filadelfia el dinero no lo es todo.
Habrá que esperar el año que viene para conocer cuales serán las revelaciones y cuales serán los comodines que luchen en la Serie Mundial. Por ahora Boston se va de vacaciones con sus anillos de campeones y no queda más que felicitar a la novena por su gran temporada.
Hasta el out 27!!!